Desde la comosoc hemos entendido la necesidad de transitar caminos de unidad que fortalezcan el movimiento social y político en nuestro país, por esa razón seguimos haciendo un llamado a todo el conjunto de las expresiones populares y democráticas a acompañar los esfuerzos unitarios y solidarios. Uno de eso esfuerzos unitarios ha sido la Cumbre Agraria, Campesina, Étnica y Popular, la cuál nace después de las movilizaciones de las comunidades agrarias en el año 2012 y 2013, así como de múltiples escenarios de diálogos que se han habilitado desde los sectores populares.
La Cumbre Agraria: Campesina, Étnica y Popular se ha proyectado desde su nacimiento como el punto de encuentro de los distintos sectores agrarios y populares para el debate y la construcción de una política agraria orientada a defender y promover el derecho de los pueblos a definir el uso de la tierra y el territorio. Para ello, las organizaciones de la Cumbre Agraria trabajamos para fortalecer los procesos participativos y de diálogo interétnico e intercultural, la soberanía y autonomía alimentaria, así como el derecho a la consulta previa con consentimiento libre, previo e informado de los pueblos afro, indígenas y campesinos.
En la Cumbre Agraria buscamos establecer los lineamientos, mecanismos, rutas de diálogo y negociación conjuntos que ofrezcan posibilidades, garantías y permanencia a nuestros procesos sociales, y el conjunto de la ruralidad colombiana. No es la fragmentación de nuestras luchas, sino la confluencia de nuestras experiencias, las que dar la fuerza necesaria para a transformar nuestro país.
Retos de la negociación con el Gobierno.
El pasado 3 de octubre se instaló la Mesa Única de Negociación creada mediante el decreto 870 de mayo de 2014, el cual le confería a la cumbre en reconocimiento como interlocutor válido luego de los procesos de Paro Agrario sucedidos en el 2013.
Parte de los acuerdos mínimos alcanzados por la Cumbre Agraria con el gobierno nacional en octubre de 2014, (ver: http://comosoc.org/PRIMERA-VICTORIA-DE-LA-UNIDAD) está la creación de una línea de financiación de proyectos productivos de economía campesina, la creación de una comisión de garantías y DDHH que atenderá la situación de los detenidos y lesionados durante las jornadas de movilización, y la instalación de la Mesa Única de Negociación.
La Mesa Única de Negociación será el escenarios de discusión del Pliego Unificado alcanzado por la Cumbre Agraria en su primera asamblea el 15 y 16 de marzo del presente año, el cual comprende los siguientes 8 puntos:
(Ver: http://comosoc.org/PLIEGO-DE-EXIGENCIAS-MANDATOS-PARA-14)
1. Tierras, territorios colectivos y ordenamiento territorial
2. La economía propia contra el modelo de despojo
3. Minería, energía y ruralidad
5. Derechos políticos, garantías, víctimas y justicia
6. Derechos sociales
7. Relación campo-ciudad
8. Paz, justicia social y solución política
El primer sesión de la Mesa Única de Negociación será el próximo 30 y 31 de octubre, en donde se pondrá en discusión el puntos 2 y 3 del pliego único. (2. La economía propia contra el modelo de despojo, 3. Minería, energía y ruralidad)
La Mesa Única de Negociación es un escenario complejo, que se construye en medio de un ambiente de desconfianza, pues el gobierno nacional, aun cuando expresa su voluntad de diálogo con los campesinos, indígenas y afros, continúa tomando decisiones que van en contravía de los intereses de las comunidades con quienes sostiene las conversaciones. Una muestra de ello, es la reciente iniciativa legislativa que pretende crear las “Zonas de Interés de Desarrollo Rural y Económico (ZIDRE)”, figura que permite que los baldíos puedan ser adjudicados no sólo a campesinos desposeídos, como lo contempla la Ley 160 de 1994, sino también a grandes inversionistas agroindustriales.
Somos conscientes de la difícil tarea de construir canales institucionales capaces de atender las demandas de los campesinos, indígenas y afrodescendientes empobrecidos, pues nos podemos ver inmersos en una maraña de trámites, procedimientos, procesos, que nos ahogan y nos sacan de otros escenarios políticos donde también transitan las decisiones. El esfuerzo por abrir dinámicas de interlocución con el gobierno, no nos puede hacer perder de vista las iniciativas económicas, políticas y organizativas que vienen desarrollando las organizaciones populares en la ruralidad, las cuales se expresan de manera espontanea, y muchas veces marginadas de las grandes disputas ideológicas y políticas, pero que constituyen alternativas reales de vida representando un germen de futuro, a pesar de los embates del modelo económico.
Será necesario convertir las experiencias comunitarias de soberanía alimentaria, de comercio justo, de conservación y administración de los recursos naturales, en una fuente primordial para una nueva política agraria y de ordenamiento territorial, que se dispute en múltiples escenarios políticos, ideológicos, económicos, y no solo en una mesa de negociación.
Por lo anterior, invitamos a las organizaciones y militante de la COMOSOC a acompañar este proceso de interlocución con el gobierno, desde las experiencias, desde las propuestas y también desde la protesta, pues no podemos perder de vista la movilización y la acción directa como mecanismo de presión a un estado sordo y ciego ante el sufrimiento del pueblo empobrecido
Delegación comosoc en Cumbre Agraria.
comunicaciones@comosoc.org
Christian Mantilla. Abogado defensor de derechos humanos, con experiencia en proyectos colaborativos orientados a la promoción y defensa de los derechos de la población rural y la incidencia en políticas públicas para la ruralidad. Interesado en la investigación socio-jurídica en políticas públicas, derechos humanos y la acción colectiva de las comunidades rurales indígenas, negras y campesinas.