Nosotras, mujeres, lesbianas, trans, indígenas, campesinas, urbanas, afros, trabajadoras, estudiantes, feministas integrantes de los Movimientos Sociales del Alba, paramos el 8 de marzo en nuestros países para visibilizar las luchas que por más de cinco siglos han dado las mujeres en nuestro continente, para visibilizar el trabajo cotidiano de la reproducción y cuidado, trabajo no reconocido como tal y por tanto no remunerado y precarizado. Paramos para visibilizar nuestros cuerpos desaparecidos por las redes de prostitución y trata, nuestros cuerpos asesinados en femicidios, nuestros cuerpos maltratados por la violencia obstétrica, en definitiva nuestros cuerpos golpeados por la violencia patriarcal.
Nosotras paramos para denunciar que las guerras nos toman como botín y que incluso en procesos de paz como en Colombia, nos siguen asesinando, por lo que seguiremos luchando por hacer de la implementación del Acuerdo de las FARC-EP y el dialogo del ELN oportunidades para construir la paz de Colombia que es la paz del continente.
El 8M paramos para denunciar los femicidios, que están desangrando a México y Centroamérica, creciendo de manera alarmante en todo el continente, con complicidad de los Estados y las redes del narco, de la prostitución, de la trata y del crimen organizado. Nosotras paramos para denunciar los femicidios territoriales de las mujeres defensoras de la naturaleza, de los bienes comunes, de los ríos, de los bosques, como Berta Cáceres en Honduras, Laura Leonor Vásquez Pineda en Guatemala, Macarena Valdés en Chile, Ruth Alicia López Guisao, Emilsen Manyoma, Yoryanis Bernal y Luz Herminia Olarte en Colombia. Paramos para reconocer el lugar que las mujeres venimos asumiendo en el enfrentamiento a las políticas neoliberales, extractivistas, del capitalismo patriarcal y colonial.
Denunciamos que desde la mayoría de los gobiernos del continente, y los fundamentalismos religiosos se siguen negando los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, se sigue penalizado el aborto causando muertas por abortos clandestinos y mujeres encarceladas por ejercer el derecho a decidir sobre sus cuerpos. Continúa la represión a las identidades LGTBI, y se establecen medidas de control de nuestros cuerpos. Exigimos que se implemente la educación sexual integral en todos los niveles de escolaridad pública, y que se desarrolle una comunicación no sexista.
El 8M paramos para gritar que todas somos migrantes. Expulsadas de nuestros territorios, criminalizadas en los lugares a los que llegamos, vamos tejiendo nuestras propias redes de encuentro y de rebeldía.
El 8M paramos para que sepan de nuestra fuerza, de nuestra capacidad de llenar las calles y las plazas, de salir de las casas al espacio público y ocuparlo con nuestras exigencias antipatriarcales, anticapitalistas, antirracistas. Para gritar que vivas y libres nos queremos.
El 8M paramos para expresar nuestro rechazo a los golpes de estado, a la militarización, a la represión sobre nuestros pueblos. Porque frente a la feminización de la pobreza, respondemos con la feminización de la resistencia.
Ante la pérdida de conquistas, de derechos sociales, de libertades, las mujeres avanzamos en nuestra potencia organizativa y política. Por eso decimos también, que nuestras luchas no son solamente defensivas.
Seguiremos defendiendo los procesos populares asediados por el gran capital, como en Venezuela, Bolivia, Ecuador, El Salvador, Nicaragua y Cuba. Defenderemos siempre la Revolución Cubana, como estrella que sigue dando ejemplo de dignidad antimperialista.
El 8M paramos para denunciar la agresión imperial contra Venezuela, el bloqueo silencioso de las transnacionales y de los gobiernos derechistas dirigidos a aislar a la Revolución Bolivariana, atacando específicamente a las mujeres, e intentando agobiarlas económicamente.
El 8M paramos en solidaridad con las luchas descolonizadoras y antimperialistas de las mujeres y el pueblo de Puerto Rico, colonia de Estados Unidos por más de 500 años, que también estarán parando en reclamo de su independencia total.
Exigimos la libertad de Milagro Sala, de Ana Belén Montes, y de todas las prisioneras y prisioneros del imperio.
Paramos para exigir la salida y denunciar a las tropas de la MINUSTAH que han violado a mujeres haitianas que valientemente resisten la ocupación.
Paramos porque nuestras luchas no reconocen fronteras, porque seguiremos de pie enfrentando el capitalismo y el patriarcado por nosotras y nuestros pueblos, hasta a ver a toda Nuestramérica Libre, Socialista y Feminista.
El 8M paramos en abya yala, y la tierra toda temblará
Sin el protagonismo de las mujeres, no hay revolución
Las mujeres reivindicamos nuestro derecho al placer, a la libertad, y al deseo
Revolución en las calles, en las plazas y en las camas
Sin feminismo no hay socialismo
Ni una Menos
Vivas nos queremos
Articulación de Movimientos Sociales hacia el ALBA
(Declaración): El 8M paramos en NuestraAmérica y la tierra toda temblará
La Coalición de Movimientos y Organizaciones Sociales de Colombia, COMOSOC es un proceso de articulación de organizaciones sociales de base locales, regionales y nacionales, que existe de hace casi 20 años y trabaja para dar a los movimientos sociales un papel político, de actores protagónicos en la construcción de cambio en el país.