Recientemente la ciudad se ha vuelto a posicionar en la agenda de opinión pública nacional e internacional como un asunto de relevante atención. Con esto se ha iniciado una dinámica de encuentros tanto institucionales como de organizaciones sociales y populares, como fueron el Foro Mundial Urbano promovido por la ONU y el Foro Social Urbano Alternativo y Popular promovido por el Congreso de los Pueblos y otras organizaciones en el año 2014, en la ciudad de Medellín, en los que otro modelo de ciudad ha sido planteado y debatido.
Estas experiencias recuerdan las luchas que se han desarrollado durante décadas en los barrios bogotanos, como la experiencia del Policarpa Salavarrieta o de muchos otros barrios en los Cerros Orientales capitalinos. Dichas gestas nutren los procesos impulsados hoy en día por los viviendistas, por jóvenes, trabajadores, juntas de acción comunal, organizaciones sociales y otras confluencias ciudadanas que luchan por construir una ciudad que se ajuste a las necesidades de sus habitantes. Esta actitud hace eco de las ideas de David Harvey en las que plantea que crear la ciudad es rehacer el mundo y que al crear la ciudad el hombre se ha recreado a sí mismo. Así, varios sectores sociales y populares de la capital colombiana han iniciado nuevamente un diálogo con sus visiones de lo que es actualmente la ciudad y lo que debería ser. La iniciativa propone hacerse al derecho a la ciudad, es decir, a cambiarla y reinventarla de acuerdo con nuestros deseos y necesidades. Esto implica, en términos de Harvey, el ejercicio de un poder colectivo sobre el proceso de urbanización.
Es importante reconocer que la urbanización –más allá de afectar las dinámicas cotidianas de los citadinos– es la base para la acumulación de capital, en la que la renta y el monopolio son los protagonistas. Esto implica que las ciudades han sido construidas sobre un modelo que no responde a las necesidades de la sociedad en general, sino de unos pocos que se hacen al poder económico a costas del estilo de vida de muchos y del medio ambiente. Muestra de ello, entre otros muchos casos, son las construcciones de las hidroeléctricas que se han iniciado en el país, la privatización del río Magdalena que pretende iniciarse este año, la construcción del cable en Ciudad Bolívar o la implementación del Plan Centro en Bogotá; proyectos que son perjudiciales e inconsultos según las comunidades afectadas directamente por ellos.
Sustentándose en la problemática brevemente expuesta, más todas las situaciones que a diario deben afrontar los capitalino, los sectores que han iniciado una movilización en torno al tema de ciudad proponen encontrarse en una Cumbre Urbana; un espacio pensado por la gente para diseñar espacios que respondan a las necesidades de sus habitantes. Se espera obtener de allí una propuesta, con una representatividad social y popular, que lleve hasta otras instancias los planteamientos de los sectores populares urbanos frente a la estructuración de Bogotá y la Sabana.
En concordancia con lo anterior, las organizaciones reunidas hasta el momento invitan a las personas, procesos, comunidades o confluencias sociales de la Sabana de Bogotá a hacerse partícipes con sus propuestas para lo que sería la Cumbre Social y Popular Urbana, proyectada para este año 2015. Para mayor información sobre lo que se proyecta, lo que se ha avanzado hasta el momento o el relacionamiento de propuestas, se ha dispuesto el siguiente correo electrónico: cumbreurbana2015@gmail.com. La invitación es entonces a construir una ciudad al alcance de nuestros sueños.
Por: Equipo de comunicaciones Cumbre Urbana.
La Coalición de Movimientos y Organizaciones Sociales de Colombia, COMOSOC es un proceso de articulación de organizaciones sociales de base locales, regionales y nacionales, que existe de hace casi 20 años y trabaja para dar a los movimientos sociales un papel político, de actores protagónicos en la construcción de cambio en el país.