A los 68 años de la muerte de Gaitán, este país se prepara para que cese la guerra y construir una paz duradera y justa que le permita a Colombia acceder a una Democracia verdadera, que dé solución a las demandas populares por siempre aplazadas. No se trata solamente de parar la confrontación armada, sino de avanzar en cambios sustanciales que saquen a este país de la desigualdad y la exclusión en que viven millones de colombianos y colombianas.
La solución política se acuerda en La Habana y la paz se construye en los territorios mediante la movilización social y política, así como en las políticas públicas centradas en los derechos humanos. Es hora de caminar juntos para conquistar uno a uno los derechos negados por tantos años de acumulación y de intolerancia, la hora de la participación, la hora del cambio.
Los diálogos de paz han avanzado significativamente. La mesa de La Habana ha recibido a las víctimas y a las mujeres cuyos reclamos jamás habían sido tenidos en cuenta en mesa de negociación alguna; a los historiadores, a los políticos.
Las FARC han hecho una demostración muy importante. Han declarado el cese unilateral e indefinido al fuego; en correspondencia esperamos que el gobierno se comprometa con el cese bilateral de fuegos y hostilidades, la instalación de la mesa de diálogos con el ELN y la disidencia del EPL. Su contribución es urgente y necesaria para el logro del fin del conflicto armado interno.
Valoramos el acuerdo de las partes sobre el desminado y el cese temporal de bombardeos por parte del gobierno nacional como un avance sustancial en el desescalamiento del conflicto y la protección de la población. A la par que colocamos en el debate nacional las demandas de los diversos movimientos sociales que abogan por el reconocimiento y protección de sus derechos a la vida, libertad, participación, salud, educación, defensa de la tierra, el ambiente sano y los territorios, hoy gravemente amenazados por el Plan de Desarrollo y demás reformas, contrarias a una real decisión de paz.
Llamamos a la Comunidad Internacional amiga de la PAZ. Valoramos de manera especial el apoyo de países hermanos. La Paz de Colombia es la Paz de la región.
Llamamos al empresariado colombiano a apoyar la causa de la paz como la mejor y más importante empresa que hoy se debe construir.
Llamamos a los diferentes credos religiosos que trabajan por la justicia y la dignidad humana, para que levantemos juntos las voces en favor de la dignificación de los millones de víctimas que en Colombia claman justicia.
Convocamos a cada colombiano y colombiana, sin distingo de edad, raza, sexo, ideología, credo religioso o condición social, a cada movimiento y organización social y política, a movilizarse para que este próximo 9 de abril, movamos la Historia, por la Paz y la Dignidad de las Víctimas.
Convocamos a participar masivamente este 9 de Abril en la Gran Movilización por la Paz en todo el territorio colombiano para hacer de este día la expresión de las más diversas formas de reclamar justicia social y trabajar por la Paz. Vamos a convertir esta fecha emblemática del 9 de Abril, en el nuevo hecho que espera Colombia para que cesen las largas noches de la violencia extendida por décadas. Y, podamos por fin, sin olvidar la memoria, pasar esta página y llegar a la PAZ.
En Bogotá nos concentraremos en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación. Carrera 19B con Calle 26 (avenida Jorge Eliécer Gaitán) a las 10 a.m. y de allí marcharemos al Gran Concierto por la Paz, Parque Simón Bolívar.
CONVOCAN
CLAMOR SOCIAL POR LA PAZ
FRENTE AMPLIO POR LA PAZ, LA DEMOCRACIA Y LA JUSTICIA SOCIAL,
CUMBRE AGRARIA ÉTNICA Y POPULAR.
La Coalición de Movimientos y Organizaciones Sociales de Colombia, COMOSOC es un proceso de articulación de organizaciones sociales de base locales, regionales y nacionales, que existe de hace casi 20 años y trabaja para dar a los movimientos sociales un papel político, de actores protagónicos en la construcción de cambio en el país.